‘This is the day and the time, I wanna believe that we may still have a chance’
Es increíble como las lenguas actuales carecen de palabras claves; aquéllas que resumen sentimientos, instantes, situaciones. Por ejemplo, los hablantes de portugués vanaglorianse de tener la palabra saudade. Mientras tanto, no tienen un verbo para sentir o tener saudades. Diferente del español, que cuenta con el verbo añorar el cual no signifíca nada más que sentir saudades. De cualquier manera, en varias lenguas, está la palabra nostalgia, que no es nada más que sentir ausencia de un tiempo que no volverá jamás. Nostalgie, en francés, por ejemplo. Si, aún así es muy difícil, use siempre la salida rápida I miss you y nunca se equivocará.
Se percibe que cada lengua tiene sus carencias de palabras. Yo, en particular, no conozco ninguna lengua que disponga de la palabra saudade, ya que los que llegan más cerca hablan apenas de nostalgia y del verbo añorar. Los anglófonos se acercan de la misma semántica con I miss you. Tal vez el poliglota sea quien entienda más de sentimentos.
Pero qué tiene todo eso que ver? Pues, una vez más, me veo en una situación en que no encuentro palabras en el español, portugués, inglés, francés para describir algo. Hablo de momento oportuno, ocasión adecuada.
Bien, recurramos al griego, entonces. La palabra Kronos significa tiempo cronológico, que para mi, tiene una connotación mala pues es fugaz, efímero. Sin embargo, no hablo de un momento cualquier, hablo de aquel momento.
Hay una otra palabra en griego también llamada Kairos. Hablo de eso. Realmente, no se hacen más lenguas como antiguamente. Lo invito a apreciar la belleza de esta palabra. La sublimación del alma que ella sugiere. Kairos es el tiempo mitológico, es la eternidad del instante; es aquel momento. Creo que, como vivimos en una sociedad en que el tener es más que el ser, y, por lo tanto, somos invitados a encarcelar nuestros sentimientos, no vemos la necesidad de tener una palabra como esta en nuestro vocabulario. Instante perfecto, momento oportuno, ocasión propicia; the Day and the Time. Lo invito, lector, a apreciar, de nuevo, la belleza de esta palabra. Cuando hablamos de tiempo siempre pensaremos que estamos perdiendo tiempo, que este tiempo no volverá nunca más, que la aguja del reloj solo anda para la derecha y nunca para la izquierda. Y es exactamente ahí que está la genialidad del humano, o por lo menos de los griegos, de haber creado una palabra tan bella como Kairos de una otra palabra tan angustiosa como Kronos. Es como la metamorfosis de la mariposa. De la larva, fea y bruta, pasar a mariposa, misteriosa y encantadora.
Cuántas pocas veces usted ya ha tenido momentos así? En que el tiempo no contaba, no habían problemas, oscuridad, miedos, incertidumbre? …
…
Pues, tan difícil como entender el Kairos es vivirlo.
Los románticos dirían que él solo existe con su amor al lado. Las madres dirían que solo con el hijo al lado. Los curas dirían que solo con Dios al lado. Los simbolistas dirían que solo a través de la música. Los individualistas dirían que solo si estuviera solo. Los pesimistas dirían que él no existe. Los otimistas dirían que él siempre se pasa. Y usted, qué diría?
Fabrício Bernardes